A veces tenemos tantas cosas en nuestra mente: casa, hijos, matrimonio, trabajo, familia, amigos, iglesia, ministerio, finanzas, salud y cuantas cosas más. Aquí me encuentro a las 3:02am pensando en las mil y una razones por las cuales puedo decir: ¡Hasta aquí, me cansé! Puedo escribir un «rant» de todo lo que me agobia, de todo lo que me cansa o de las cosas que me desilusionan y nunca acabar.

Mas yo decido, antes de cerrar mi ojos, darle gracias al Padre por lo bueno y por lo no tan bueno. Por las cosas que no tengo y por las que me sobran. Por los amigos que están y por los que no estarán. Por la sabiduría que adquirí escuchando un consejo sabio y por la que adquirí por «cabezidura». Decido decirle y cantarle desde el corazón:

«Tu eres la fuente de mi vida y el anhelo de mi corazón».

No permitas que tus emociones te dominen. No permitas que ellas gobiernen tu vida y tus decisiones. Deposita tu esperanza en el Señor y yo te aseguro que Él será capaz de exceder todas tus expectativas. Y así, entonces, podremos descansar confiados.

«En paz me acostaré y así mismo dormiré por que solo Tú Jehová, me haces andar confiado»

Salmo 4:8

Que descanses, Lissette

close

¡SUSCRÍBETE!

SUSCRÍBETE A NUESTRA LISTA DE CORREO Y RECIBE MENSAJES Y REFLEXIONES DIRECTAMENTE EN TU BUZÓN DE CORREO.

Jamás enviamos promociones sin solicitar y cuidamos tu privacidad.